Una economía de expertos puede producir más que una de generalistas o 'especialistas en todo'. Cuando la gente se especializa, destacan los economistas Robert E. Hall y Marc Lieberman, se reduce el tiempo no-productivo que implica cambiar de actividad, por lo que existe una mayor productividad.
Y existe otro argumento a favor de la especialización, que viene de la observación empírica: quien se especializa en su verdadera vocación, además de ser muy productivo, logra un alto grado de satisfacción personal.
Así, quienes suben a la cima de su profesión no sólo lo hacen debido a sus habilidades técnicas, sino porque disfrutan ampliamente lo que hacen. Su grado de especialización está directamente vinculado a su grado de interés en un tema, vocación, tarea o área específica de conocimiento. Un verdadero experto se consolida no por obligación sino por gusto.
Y como consecuencia de su 'maestría', el experto deleita a su público, a sus clientes, a quienes sirve. Cuando alguien nos presenta un producto o servicio terminado hecho de corazón, la obra nos inspira, porque pasa de ser trabajo a ser arte.
No sólo por interés económico, sino por salud mental es importante especializarte en al menos un área. Te recomiendo los siguientes pasos, independientemente de tu situación personal o profesional. Puedes comenzar incluso en un campo nuevo que represente un reto fresco:
1. Identifica tu tema. ¿Cuál es aquel tema, industria, proyecto, sueño, especialidad, vocación, tarea, actividad, arte, o área del conocimiento que no sólo te interesa sino que te entusiasma? Realiza una lluvia de ideas de todo lo que te gusta, tal como se te vengan a la mente. Define aquel concepto que más te entusiasme, sin juzgar, ni pensar en el cómo lo vas a hacer. Aquí la clave es identificar 'lo tuyo'. Ejemplos: tocar el piano, hornear pasteles, aconsejar empresarios, escudriñar el cielo nocturno, dar terapia, manejar coches de carreras, escribir, pintar, bailar, volar, etc.
2. Estudia, investiga, practica, juega. Dedícate a investigar y conocer todo lo humanamente posible sobre tu actividad. Al hacerlo te darás cuenta sobre la amplitud de los conocimientos, por lo que quizá elegirás una sub-especialidad... esto está bien. Lee todo lo que puedas, busca en Internet, practica, capacítate, pregunta, y sobre todo, pon en práctica tu espíritu de niño, de curiosidad y experimentación. Piensa que al hacer todo esto estás jugando... y en el proceso aprendes. Sugiero que hagas esto por un mínimo de un mes y un máximo de 3 meses (como fase inicial).
3. Encuentra a quien servir. Ahora sí es el momento de pasar al siguiente nivel de tu experimento. Dado que ya dominas un área mucho mejor que aprox. el 90% de la gente que te rodea, tienes cierta autoridad y sobre todo confianza en tus habilidades. Si por ejemplo, llevas 10 pasteles horneados, o 5 recitales, te darás cuenta que, a prueba y error, has aprendido lecciones importantes. Ahora el paso es encontrar a quien servir, con quien compartir tu nuevo 'mundo'. Puedes hacerlo de forma gratuita o cobrando, el objetivo es servir.
4. Continúa con el paso 3. Sin darte cuenta, ya iniciaste un negocio, un oficio o simplemente un pasatiempo que puede convertirse, si aún no lo es, en una actividad remunerada. Sigue sirviendo. Tu negocio crecerá a medida que seas recomendado y que activamente, claro, te promuevas. Lo importante es aportar valor a los demás, siempre. Ponte metas cada vez más ambiciosas, que son solamente 'experimentos' pero más grandes. Utiliza siempre tu creatividad para aportar propuestas nuevas y diferenciarte. Con cada paso incrementa el volumen, los alcances. La clave es reconocer lo que funciona y lo que no, y adecuarte cuando sea necesario. Recuerda, el objetivo es siempre servir.
Cuando genuinamente disfrutas lo que haces buscas compartirlo; deseas abrir tu mundo a otras personas. Esta es la forma natural, genuina, de vender, aconsejando, compartiendo algo que reconoces como valioso.
Dependiendo de tu grado de excelencia y especialización en lo que hagas, será también la capacidad para servir y ser recompensado. Esto se logra con la dedicación y el paso del tiempo, así que la paciencia es importante.
* * *
La economía ideal es aquella en la que conviven una multitud de expertos, dedicados a sus labores no por obligación, sino por vocación. Funciona porque nos permite a cada uno enfocarnos en nuestra pasión. El resultado no es sólo mayor calidad y eficiencia en los productos y servicios, sino una sociedad de personas felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario