martes, 22 de diciembre de 2009

En lo que eres bueno...

En todas las áreas de vida y carrera, muchos se preocupan por sus debilidades: viven atormentados por las áreas en las que son “incompetentes, malos, inútiles, incapaces, buenos para nada...”, parte de una larga lista de adjetivos usados para la autoflagelación.

El celebrado empresario británico, el multimillonario fundador de la polifacética empresa Virgin, Richard Branson, aconseja: “las cosas en las que no eres bueno no interesan a la gente, y no deberían interesarte a ti. Sin importar lo que hayas conseguido en la vida, las cosas en las que eres malo siempre serán mucho más que las cosas en las que eres bueno. No dejes que tus límites bloqueen tu autoestima. Haz tus límites a un lado y da lo máximo por sacar lo mejor de aquello en lo que eres bueno”. 

En su libro “Business Stripped Bare, Aventuras de un Emprendedor Global”, Branson sentencia: “Tanto en los negocios como en la vida todo lo que importa es que hagas algo positivo”. Esta conclusión aparentemente sencilla es muy profunda, porque implica la capacidad de ir más allá de nuestras debilidades para enfocarnos en nuestras fortalezas y hacer algo que agregue valor.

Hay que partir de la premisa que una persona tiene aspectos positivos y negativos. Pero aún sabiéndolo, la tendencia de cualquier persona ante sus propias debilidades es querer compensarlas. Esto puede ser una trampa. Por ejemplo, si en la empresa tu fuerte es en el área de producción, y te das cuenta que tienes poco talento para las ventas, la tentación es a prepararte en el área de ventas. Pero existe un problema: al darle una atención desmedida a esta nueva área, descuidas tu fuerte, la producción, y en lugar de ser excelente en un área, te puedes convertir mediocre en dos. Por eso es preferible engrosar aún más tus fortalezas, que iniciar desde cero en algo que no es “lo tuyo”.

El único requisito, indispensable, es que dicha área realmente te entusiasme. Es de vital importancia que te prepares en un área que realmente te guste. Si por azares del destino tienes grandes habilidades en un área que no disfrutas, esta es una señal para cambiar y buscar otra. Una vez más: si no te gusta lo que haces, cambia de habilidad.

Tim Ferris, autor de “The Four Hour Work Week” pregunta: ¿qué pasaría si por cualquier cuestión personal, de salud, etcétera, sólo pudieras trabajar cuatro horas por semana, cómo cambiarías tus hábitos? La pregunta es importante porque hace reflexionar en lo que verdaderamente puedes contribuir, dejando a un lado aquello que no agregue valor.

El mensaje es claro: para tener cualquier clase de éxito hay que sobreponerse a “todas las fallas y errores personales”, reconociendo la genialidad, la habilidad, el arte en quizá una o dos áreas. En la medida en que te enfocas en lo que eres bueno, te conviertes en un experto en tu área, un especialista, poco a poco dejando atrás el miedo al fracaso.

Para hacerlo, sin embargo, hay que dejar atrás la noción de que es necesario “ser bueno en todo”. No sólo es una noción usualmente poco factible, sino que es fuente de frustración. Mejor, como aconseja Branson, enfócate, aprovecha, y celebra aquello en lo que eres bueno.

Posted via email from victordelrosal's posterous

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