miércoles, 27 de febrero de 2008

Cree en la belleza de tus sueños

Cree en la belleza de tus sueños, en la mejor versión de la visión más grande que hayas tenido de tí mismo.

Uno de mis citas favoritas es de Marianne Williamson, una frase citada por el primer presidente democráticamente electo de Sudáfrica, Nelson Mandela, en su mensaje inaugural:

"Nuestro mayor miedo no es a ser inadecuados.
Nuestro mayor miedo es ser poderosos por encima de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, la que más nos atemoriza.
Nos preguntamos: ¿quién son yo para ser brillante, magnífico, talentoso y fabuloso?
En realidad, ¿quién eres para no serlo?
Eres un hijo de Dios; tu juego de escasez no sirve al mundo.
No hay nada glorioso en hacerte menos para que otros no se sientan inseguros.
Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños.
Nacimos para manifestar la gloria de Dios dentro de nosotros.
No está sólo en algunos, sino en todos.
Y al dejar que tu luz brille, inconscientemente das permiso a otros para hacer lo mismo.
Al ser liberados de nuestros propios miedos, nuestra presencia libera automáticamente a otros."
-Marianne Williamson, Regreso al Amor


Pero hemos creído (y hasta comprobado) que existen obstáculos para nuestros sueños.

¿Qué hacer para creer en la belleza de tus sueños?

  • Cuestiona tu sueño actual. Es muy común en la sociedad dejarnos llevar por el "tren de vida" sin voltear atrás y no saber ni por qué nos subimos en ese tren para empezar. Date la oportunidad de reflexionar por qué haces lo que haces, a raíz de qué tomaste la decisión para decidir tu profesión, tu vida, y entender si aquello es lo que realmente deseas para tí, o si te subiste a un tren a "empujones", por presión familiar o social porque es lo 'normal', lo que todos hacen.
  • Darte permiso de soñar. ¿Qué sueños hermosos, bellos, magníficos te atreves a soñar? Escríbelo, píntalo, diseñalo.
  • Madura tu sueño. Es muy normal, tirar el sueño a la basura apenas lo comenzamos a madurar, o descartarlo como irreal, imposible--pensamos que es una locura. Especialmente si no estás acostumbrado a salir de tu zona de comfort, la propuesta es todo un reto. Pero, si te emociona tu idea, tu sueño, madúralo. Ojo: en esta etapa existe la tentación de compartirlo con otros. Déjalo madurar, crecer, desenvolverse poco a poco. Es como una semilla que comienza a germinar, a echar raíces. Si compartes tu sueño, corres el riesgo de dejar que los comentarios negativos de otras personas, usualmente las que más te quieren, pisoteen tu idea, arrancando tu sueño de raíz (quienes más te quieren buscan tu bienestar, de corazón, pero el miedo a tu fracaso les motiva a alertarte y a hacer que desistas del intento, para evitar tu sufrimiento). Por eso, madura más tus ideas hasta que tú estés convencido de ellas.
  • Toma una micro-acción. Así como lo oyes, una "micro" acción. Como ya lo he expresado en esta columna, y con el afán de ser repetitivo :) es muy importante que tomes un pasito, un paso de bebé, que te muevas un milímetro hacia tu sueño. No, por favor, no des un salto de 10 metros. La búsqueda de la perfección en el primer intento es lo que mata a más proyectos, más que la falta de financiamiento y otros factores. Hay más ideas en nuestras mentes, en las computadoras de emprendedores bien intencionados que siguen en modo de borrador después de 3, 4 o 5 años. Parálisis por análisis, eso es lo que más te puede desmotivar. Si tienes un sueño, haz algo por pequeño que sea para acercarte. En el libro Principios del Éxito, Jack Canfield, recomienda que cada día tomes 5 acciones que te acerquen a tu sueño. Yo te digo, si al acabar de leer este artículo puedes tomar una sola acción, ya estás en un 5% de personas 'especiales' que hacen algo para creer en la belleza de sus sueños.
  • Deja atrás el miedo al qué dirán. Estoy convencido que hagas o no hagas la gente va a hablar de tí. Si haces te preguntarán: 'para qué tomarse la molestia, así estás bien' si no haces, eres un flojo, conformista. Si haces dirán que a tí no te corresponde, no estás calificado, no estudiaste para eso, no tienes la credibilidad ni las credenciales. La realidad es que nadie nace con las credenciales para nada. Depende de tí adquirirlas, ir por ellas, proactivamente. Como lo menciono en Código de Riqueza, tú has creado un personaje de la película, pero es sólo eso, un personaje. No hay nada que te impida representar otro que te agrade más. La resistencia más grande está en tu capacidad para inventar y aceptar a un nuevo personaje.

* * *

Como nota al margen, quiero comentar que cada día al conversar con emprendedores via correo electrónico, chat, por teléfono y en la Red W8, personas 'ordinarias' con un corazón extraordinario, veo mucha esperanza, porque se han atrevido y se siguen atreviendo a cruzar las barreras de sus miedos y darse cuenta que sí pudo y sí se puede. Emprendedores, quienes con su locura y su genialidad nos inspiran, por atreverse a ir cada vez más y más lejos.

Escribo por la esperanza de ver cada vez más proyectos, más sueños que nos inspiren, que nos llenen de alegría y que nos recuerden que es preciso creer en la belleza de nuestros sueños.

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