Aquí algunos consejos prácticos:
- Rodéate de niños. Ya sean tus sobrinos, o los hijos de tus amigos, es una excelente terapia platicar, jugar y estar cerca de niños. Aprenderás mucho y automáticamente te sentirás rejuvenecido.
- Rodeate de niños grandes. Identifica aquellas personas que consideras "niños grandes" y frecuéntalos más. ¡Te la vas a pasar genial!
- Practica el asombro. Imagina que cada cosa o situación es nueva en tu vida. ¿Recuerdas cuando viste por primera vez una computadora, o un juego nuevo? Intencionalmente decide asombrarte ante las maravillas que te rodean.
- Relájate. La forma más segura para envejecer es hacer lo opuesto: estresarte. Y como sabes esto de nada te sirve, decide tomar las cosas con calma.
- Recuerda tu niñez. Conserva algo, un dibujo, una frase, una foto que te recuerde un momento muy feliz de tu niñez. Ponlo en tu escritorio, tu coche, o en cualquier lugar donde lo veas con frecuencia.
- Practica un deporte. La actividad física no sólo te recuerda tu niñez sino que libera endorfinas que te hacen como niño.
- Prémiate. Un método muy eficaz es establecer objetivos cortos que puedas completar en 30 minutos. Por ejemplo si quieres depurar el archivo, escribir un reporte, cortar el pasto, o hacer cualquier otra actividad, establece un juego: un premio al completar cada actividad. El premio puede ser desde una paleta de dulce, un masaje, un pequeño descanso, leer tu libro favorito unos minutos, etc. Cualquier cosa que te haga sentir bien (¡de preferencia algún premio que te gustaba de niño!).
- Deja el trabajo un día. ¡No seas workaholic! Apaga la computadora. Desconéctate por completo al menos un día a la semana. Verás que el mundo no se acaba y que regresas con más ánimo al día siguiente.
- Juega. Encuentra un juego educativo, divertido, ya sea un juego de tablero, o en línea y juega. Este puede ser uno de tus premios al completar actividades especialmente difíciles. Todo con moderación :)
- Regálate unas mini-vacaciones. Un día entre semana, escápate y tomate la tarde, especialmente si has tenido un día complicado. Puedes salir de la ciudad o disfrutar de algo que normalmente lo reservas para el fin de semana. El "rebelarte" será una excelente terapia para conservar tu espíritu de juego y espontaneidad.
- Tómate unas vacaciones en serio. ¿Cuándo fue la última vez que te regalaste unas verdaderas vacaciones? Cuando lo hagas no lleves computadora, no revises el correo en el lobby del hotel, y apaga el celular. ¡Mejor aún ve a algún lugar donde no exista señal de Internet ni de celular!
Verás que al practicar estas ideas y otras que te vengan en mente, te sentirás mucho más ligero. Goza más tu vida: ¡vuelve a ser un niño!
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