domingo, 2 de marzo de 2008

Tu carrera profesional: ¿maratón o carrera de 100 metros?

Una de las claves del éxito profesional es la persistencia.

Jack Nicholson es un buen ejemplo. Pasó más de una década casi ignorado por Hollywood, actuando en papeles de segunda. Finalmente su momento llegó al enfocar sus energías como escritor de guiones sumamente originales, que finalmente lo catapultaron al estrellato como actor.

Una de las formas más seguras para forzarte a abandonar pronto tu verdadero llamado o "aventura profesional" es quemar todas las energías, apostar la casa en una carrera corta de 100 metros, en lugar de tomarlo con calma, como si corrieras un maratón de 42 kilómetros.

Cuando realmente estás enamorado de tu vocación, buscas la manera de que funcione, haciendo los ajustes-o cambios radicales-a lo largo del camino. Puede ser que en muy poco tiempo logres un éxito espectacular, pero usualmente toma tiempo.

Quien está en el mundo de los negocios sólo por el dinero, raramente tendrá la paciencia para hacer de su pasión un negocio, por eso encontramos muchos "fracasos", por falta de vocación y entrega. Por eso la raíz de todo sigue siendo encontrar tu llamado profesional, lo que te hace feliz, la carrera que correrías por el puro placer de hacerlo.

Con eso dicho, por definición, ¡tu negocio o carrera debe ser rentable... debe ser negocio! En esa medida serás capaz de servir a más y más personas, por muchos y muchos años, décadas.

A la persistencia hay que agregarle otro elemento que es la creatividad. El modificar una sola variable puede marcar toda la diferencia en la aceptación de tu producto o servicio.

Por eso hay que estar abiertos a nuevos enfoques y hacer los ajustes necesarios para no crear frustración innecesaria. Esta flexibilidad te permite "jugar" con tus ideas, probando nuevos modelos de negocio.

¿Qué hacer si ya estás en la carrera correcta, en la que verdaderamente te gusta, pero sin los resultados esperados? Aquí algunas ideas para refrescar la visión y darle aire fresco a tu carrera profesional:
  1. Inspírate. Lee uno o más libros, toma un curso, la capacitación constante es clave. Tu educación no ha terminado. Considérate un estudiante de por vida que pone en práctica lo que aprende.
  2. Intenta nuevas estrategias. Un buen amigo, emprendedor por excelencia, quien sirvió como director corporativo de una importante empresa, me cuenta que cuando entró al mercado local un importante competidor nacional, muchos pronosticaban el desplome de las ventas de su empresa. Sin embargo fue precisamente la amenaza inminente lo que los "motivó" a hacer los cambios que habían considerado por muchos años. ¿Qué propuestas o cambios podrías hacer tu en tu carrera o modelo de negocios? Piensa en ofertas, productos, servicios en tu lluvia de ideas. Puedes anotarte un "gol" con solo una de las ideas innovadoras que has considerado. ¡Inténtalo!
  3. Sirve, sirve, sirve. Es la única manera para establecerte en tu carrera: agregando valor, siendo útil para los demás. ¿Cuántas unidades de valor estás agregando cada día?, ¿cuánto estás sirviendo a los demás?, ¿Cómo podrías incrementar exponencialmente los servicio que prestas?, ¿cuál sería la forma más rápida y eficaz de servir a los demás dentro de tu profesión?
  4. No renuncies a tu "otro" trabajo. Tu trabajo es fuente de un ingreso estable, es una plataforma de contactos que te sirve y sirve a tu empresa. Desarrolla más tu negocio hasta que estés listo para dar el salto.
  5. Date un descanso. Si de plano no ves una salida Paulo Coelho nos recuerda "todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla". Recuerda, no estás en una carrera de 100 metros, el objetivo es la duración, la permanencia, la larga distancia, y nunca a costa de tu salud, ¡ni de tu salud mental!

No apuestes en el éxito de la noche a la mañana, sólo puede traerte frustración. Te aseguro que tu pasión profesional puede transformarse de una carrera corta a un maratón lleno de satisfacciones, si persistes en tu llamado con el corazón y la mente abiertos a nuevas posibilidades.

Con paciencia y persistencia puedes llegar muy lejos. Apuéstale a los 42 kilómetros... ¡o más!

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