Cada quien puede ser libre de la necesidad de que "te quieran, te acepten, te apoyen, te ofrezcan, te inviten, hablen bien de ti, etc. etc. No es que no te importe, simplemente no es lógico condicionar tu felicidad a los dimes o diretes de los demás", y aplicamos sencillos ejercicios para darnos cuenta.
El día de hoy tocamos un tema crucial para generar un cambio, que puede ser un parteaguas en las relaciones personales y en el desarrollo de toda clase de proyectos.
Día 3: Responsabilidad
Es muy fácil buscar culpables. De hecho es lo que, como sociedad, estamos entrenados a razonar: ¿por qué me siento así?, ¿por qué nadie me apoya?, ¿por qué no logro x cosa? En resumen, es fácil sentirse víctima: por culpa de la pareja, del jefe, del gobierno, etc. Parece que es una salida más facil.
Y hay que reconocer: efectivamente, tiene ciertas ventajas. El hacernos la víctima aparentemente nos libera de la responsabilidad, puede ganar simpatías ("ay pobrecito(a), comadre/compadre") y hasta puede comprar favores.
Pero en el fondo, la mentalidad de víctima es una postura poco útil: basa el poder personal en las acciones de terceros. La víctima existe en función de lo que haga el "victimador". Si este último cambia o deja de existir, la víctima buscará un remplazo. Así, nunca habrá un escape real, siempre necesitará de algo o de alguien que le ayude a comprobar que es víctima de.
¿La solución? Darse cuenta que no hay víctimas, sólo responsables.
Darse cuenta que sólo yo soy responsable de lo que me pasa, o lo que no pasa en mi vida. Es asumir las riendas y decidir hacer que las cosas sucedan, por el bien mayor, por el propio y de todos los involucrados.
Es actuar a pesar de las injusticias, buscando las soluciones creativas, la negociación, la manera en que sí se puedan las cosas, en lugar de razonar "yo estoy bien y los demás están mal; deben cambiar".
El día de responsabilidad es para dejar de culpar y de quejarnos y decidir que las cosas sí pueden cambiar al cambiar hacia una actitud más constructiva, más propositiva, enfocada en lo que se puede hacer vs. las restricciones.
Pregúntate el día de hoy:
¿Los demás pueden realmente limitarme?
¿Estoy tomando decisiones o dejo que los demás decidan por mi?
¿Cómo puedo hacerme responsable de mi realidad?
Responsabilidad es reconocer que siempre has tenido el derecho divino para buscar lo que realmente quieres. Es vencer la ilusión de que las demás personas cierran las puertas, no te apoyan, etc. Es darse cuenta que no hay acciones imposibles, simplemente consecuencias de cada decisión.
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