jueves, 4 de diciembre de 2008

¿Seguridad?

Este 25 de septiembre, justo antes de las fuertes caídas de los mercados bursátiles, el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy dirigía las siguientes palabras al Parlamento francés:

"Una crisis de confianza sin precedente desestabiliza la economía mundial. Las grandes instituciones financieras están amenazadas, millones de pequeños ahorradores en el mundo que depositaron su dinero en la bolsa ven cómo su patrimonio se descompone día tras día, millones de jubilados que han cotizado en fondos de pensiones temen por su jubilación, millones de hogares modestos viven momentos difíciles por el alza de los precios."

"Como en todo el mundo, los franceses temen por sus ahorros, por su empleo y por su poder adquisitivo. El miedo es sufrimiento. El miedo impide emprender, el miedo impide implicarse.
Cuando se tiene miedo, no se tienen sueños; cuando se tiene miedo, uno no piensa en el futuro. Hoy, el miedo es la principal amenaza para la economía. Hay que vencer ese miedo. Es la labor más urgente."

Y es precisamente el miedo lo que impulsa, en momentos así, a buscar seguridad. Pero, ¿es la seguridad el antídoto?... En realidad la seguridad es un fantasma, es una ilusión. Buscamos un trabajo, un ingreso seguro, pero aún más en estos tiempos, ¿qué es seguro? Hace unos meses las instituciones financieras y empresas de décadas y décadas parecían sólidas, seguras, como hechas de mármol, y ¿qué vemos ahora? Si ni siquiera tenemos garantizada la salud, la vida.

De tal suerte, hay dos formas de 'entrarle' a este reto: apostarle a la seguridad o apostarle a generar nuevas alternativas. En momentos como éstos, la clave es apostarle al trabajo, a la creatividad. Tiempo de crisis igual a tiempo de oportunidad.

La segunda alternativa es una resolución, es un modo de ver las cosas, fundamentalmente distinta al primero enfoque, basado en el miedo. No es que las oportunidades se escondan, están ahí, de frente. Es el miedo el que sirve de velo para cubrirlas. "No te arriesgues, juega a la segura", mal-aconseja... "¡¿Seguridad?!", podrías responder.

El punto es cuando una persona toma una resolución, la de encontrar nuevos nichos y oportunidades, no hay circunstancia que le impida cumplir su propósito, si la decisión fue tomada con total y férrea convicción. Por eso, cuando se toma una resolución de este tipo, las opciones se hacen más y más evidentes.

“Las únicas compañías que triunfarán en un momento de crisis son las que apuesten por la creatividad”, apunta Jeremy Baka, consultor auto-denominado 'catalizador creativo'. Para estimular la creatividad recomienda:
  • Deja de pensar como un experto y pensar como un niño. Los adultos plantean entre 3 y 6 soluciones a un problema, los niños unas 60. Hay que abrir la mente a todas las posibilidades.
  • Piensa en lo contrario a lo establecido. A veces ir contracorriente es la solución, por ilógica que parezca. Cuando Howard Schultz propuso un café de $2.50 dólares todos pensaban que había enloquecido, considerando que un café de entonces (muy malo, por cierto) costaba 45 a 50 centavos de dólar. Shultz rompió un paradigma sobre el cual fundó Starbucks (no en todos los casos bajar el precio es la solución).
  • No te rindas. Si realmente crees en una idea, defiéndela, adáptala y, si todo esto no funciona, siempre puedes reciclarla más adelante. La clave aquí es experimentar con riesgos controlados.
  • Exponte a nuevos estímulos. Haz cosas diferentes a las habituales. Otras lecturas, otra música, otra gente. 'Bombardea' tu mente con conceptos nuevos que estimulen la innovación.
  • Crea equipos multidisciplinarios. Cada persona aporta un punto de vista y cualidades diferentes y puede enriquecer una idea. Nutre tu equipo con gente aparentemente disímbola.
Ninguna bonanza es para siempre, ni tampoco lo es la recesión. En estos momentos más que nunca hay que detectar las oportunidades, lo cual implica, sobre todo, cambiar la forma de ver las cosas y romper múltiples paradigmas sobre el trabajo.

Quien busca seguridad encontrará que no hay cantidad de dinero suficiente para comprar la tranquilidad, pero quien confía que a pesar de los reveses puede salir adelante, está en otro nivel, uno más positivo y de más recursos. Creatividad, trabajo y sobre todo creer que existen alternativas son la base para apostarle no la seguridad sino al crecimiento.

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