martes, 10 de febrero de 2009

El experimento de las finanzas resueltas

Imagínate por un momento la siguiente situación: por sorteo has sido elegido para un inusual experimento. Eres receptor de un premio increíble gracias al cual a partir de hoy y de por vida tendrás un ingreso mensual que te permitirá gastar casi de forma ilimitada, sólo con ciertas condiciones.

Por si fuera poco serás acreedor a un increíble bono con el cual todas tus deudas quedarán saldadas. Si aceptas, tendrías tu vida financiera efectivamente resuelta, por lo que no habría que preocuparse más por el dinero.

La única condición para que surta efecto y comience a fluir este dinero 'mágico' es que renuncies desde hoy y para el resto de tu vida a realizar cualquier tipo de trabajo. Así como lo oyes: tendrías prohibido realizar cualquier tipo de tarea física, intelectual, etc. por lo que cualquier idea relacionada al trabajo se quedará como eso, sólo una idea, y cualquier otro esfuerzo por aplicar tu talento y creatividad quedaría estrictamente prohibido y sería motivo para revocar el inusual contrato. 

En pocas palabras, no puedes hacer absolutamente nada que se asemeje al trabajo, contribuir, servir, etc. Ni siquiera podrías dedicarte a ayudar a los demás, dado que las actividades de filantropía estarían también excluídas del acuerdo. En suma, sólo podrías dedicarte a 'disfrutar de tu dinero'. 

¿Aceptarías?

Para la mayoría, este experimento sería como estar en el paraíso -pero sólo durante los primeros meses o años. Después de literalmente no poder hacer nada, muchos participantes consideraría que la imposibilidad de trabajar es una terrible camisa de fuerza.

Lo que comprueba es que no sólo trabajamos por dinero, sino que trabajamos para algo más, algo que tiene que ver usar la creatividad, con crear, con servir y ver plasmadas las ideas en cosas tangibles. Por lo tanto, es clave para cada uno descubrir ¿qué me motiva?, ¿qué me hace sentir pleno?, ¿qué puedo hacer que me haga sentir pleno?

Imagina por un momento que aceptaste participar en el experimento y que han pasado ya dos años de 'vacaciones'. Sientes una gran ansiedad por la imposibilidad de hacer algo productivo, que te llene de satisfacción y orgullo personal. Considerando además que tu vida ecónomica está resuelta, ¿a qué te dedicarías, qué tipo de actividades te haría realmente feliz?, ¿qué harías a partir de hoy?

* * *

La clave para encontrar aquello que realmente nos apasiona es tomar riesgos calculados, apegados a la intuición y sobre todo, a aquello que realmente nos despierta interés, verdadero interés. Trabajar en un proyecto o en una idea que realmente te entusiasma se convierte así en un motor que genera grandes dosis de motivación, convirtiéndose más en un juego que en un trabajo 'serio'.

'El experimento de las finanzas resueltas' y los testimonios de muchos emprendedores y empresarios denotan que si nuestra única meta en la vida es resolver la situación financiera personal, probablemente cavaremos un hoyo más grande, por estar sólo enfocados en dinero y no en disfrutar el proceso ni servir a los demás. 

Al dedicarte a lo que realmente te entusiasma, seguramente encontrarás formas creativas de hacerlo también como negocio. Sirves a los demás, te diviertes, y como consecuencia, ganas dinero. Aquí la clave es mantener el orden de estos tres factores: diversión (satisfacción y orgullo del trabajo propio),servicio (aportarle lo más posible a tus clientes) y dinero (el resultado). Como todo, lo más difícil es iniciar, y para hacerlo la clave es vencer la inercia haciendo pruebas, experimentos empresariales (o filantrópicos). 

Lo interesante es darse cuenta que aún teniendo 'todo el dinero del mundo', hay que hacer algo interesante y que sirva a los demás, por lo que más vale comenzar ahora mismo, independientemente de que las finanzas estén resueltas o no.

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